Comienzo a tomar fotografías con asiduidad a partir de diciembre del pasado año, con la adquisición de un smartphone "Sony". Con él realizo mis fotografías. Tiene desventajas respecto a las cámaras (de altas posibilidades tecnológicas), pero también tiene la ventaja de la comodidad (no ocupa espacio), rapidez de uso y discrección: ello es útil cuando se trata de una fotografía que se ha de captar ya, en la fugacidad del momento que pasa, y en ocasiones en que es preferible que las personas que aparecen en el entorno no se den cuenta de que hay un fotógrafo presente, para tratar de captarlas en su espontaneidad y no en una mueca de Bratt Pitt o Angelina Jolie (aunque a veces la máscara ya esté dada a priori e in aeternum).
Así pues, me lanzo a hacer fotografías. Habitualmente estás fotografías son en color y sin manipulación digital, cuando menos hasta la fecha, salvo algunas excepciones. Veamos, a continuación, las primeras.
Plaça de les Tereses, en Mataró.
A mis pies.
Amanecer en la costa del Maresme (a la altura de Montgat aproximadamente).
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